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jueves, 1 de abril de 2010

Regoldar

“Las garras del cernícalo lagartijero”
Si no quieres quedar atrapado por Don Quijote no hagas clic en este enlace:
Los jueves leemos el Quijote con Pedro Ojeda
Cap. 2.43

Hoy todo es escueto...
El arte de aconsejar de Don Quijote, en esta ocasión, me parece un gran acierto literario por parte de Cervantes. Ojala más de un “gobernador” actual recibiese tal ristra de consejos. Seguro que de aplicarlos, otro gallo nos cantaría.
Sancho, atentamente escucha. Su razonamiento vuelve a ser con sus refranes a modo de colofón de sus ideas. Defiende su manera de ser, pero agradece y entiende los consejos que le dice su señor. Sabe que son para su bien. A pesar de querer tener siempre la última palabra. Al recordar que tiene poca memoria, insta a Don Quijote a que le escriba los consejos. Este le recuerda que no sabe leer. Sancho piensa y sigue queriéndolos por escrito. La idea es dárselos a su paje y que este se los suministre según la ocasión lo requiera.
Me sorprende esa hambre que tiene Don Quijote, gracias a la cual, se cierra el capítulo en espera del siguiente, que será el nº 44.



Pie de foto quijotesca.
Molino Don Quijote
Mientras conducía la vieja furgoneta Volgwagen combi del 82, con destino a Talca y constitución, dos ciudades afectadas fuertemente por el terremoto, me encontré con la agradable sorpresa al cruzar Curicó por la ruta 5, dirección sur, descubrir para mi sorpresa las instalaciones del molino Don Quijote.
El sol recién levantado no me dejaba ver con normalidad. El color blanco de sus viejas paredes, quedaban en entredicho al compararlas con el blanco impoluto de su harina o simplemente del saco que la contenía.
De regreso, opté por detenerme. Con la escusa de comprar un saco de harina entrar en un paraíso que me transportó -sin él saberlo- hasta los campos llenos de molinos que recorrieron nuestros compañeros de viaje.
Pensando lo que escribiría sobre este encuentro, me sentía un poco Cervantes. Solo un poco.
http://www.molinodonquijote.cl/historia.php
Tengo pendiente una segunda visita al molino. Esperando poder escrudiñar más en una empresa que desde el año 1962 lleva el nombre de nuestro querido personaje cervantino.



Viejos grabados quijotescos
Hoy dejo dos imágenes correspondientes a una edición francesa de 1883 editada en Paris. Una extraordinaria obra cuyos grabados, sorprenden gratamente al lector. Personalmente me parecen fascinantes.


Clic en las imágenes para verlas mejor
“Quijote”
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Copyright© By Jan Puerta 2009
Texto y fotografías con copyright del autor
janpuerta@gmail.com

8 comentarios:

  1. Querido Jan, Quijo te persigue... ¡Lo encuentras por todas partes! Besotes, M.

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  2. Pienso como Merche, pero además, ¡qué capacidad de observación!

    Besos

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  3. Buenísimos los grabados y oportuna la fotografía del molino.
    Otra cosa, ¿tú crees que si les diéramos por escritos unos consejillos a los gobernadores los recordarías?
    Un saludo.

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  4. Espero con ganas tu segundo viaje al molino. Qué bien has visto el sorprendente hambre de don Quijote...
    Un fuerte abrazo.

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  5. lo bueno...si breve..doblemente bueno....suelo huir de los comentarios extremadamente largos...solo busco la comunicación y a veces eso hasta se pierde...

    De acuerdo en que la filosofía de los consejos es totalmente actual...

    Creo que "la bendición quijotera" te persigue...tu no lo buscas...te encuentra...un abrazo amigo.

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  6. A Jaume Matas y compañía le hubiera venido de perlas leer estos consejos de don Quijote,es una maravilla la cantidad y originalidad de los documentos que tienes sobre el Quijote,te deseo buen viaje en esa "montura" que será más cómoda y segura que las de nuestros héroes.
    Abrazos

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  7. Nada es de extrañar que después de tanto hablar a solas en la habitación, les entrara el hambre a los dos.

    Nos vamos a acordar de ti cuando veamos la harina Don Quijote. Sacos de refranes con harina y sin malicia, además en la Avenida España, todo va encajando.

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  8. ¿Buscabas molinos con la vista o mirabas la ruta al conducir?

    Tal parece que ellos te encuentran a ti...

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